Llovía y las ganas de querer apretar ese botón para capturar el momento crecía. Las primeras veces, el pulso fallaba y el momento se iba, y cuando volvía nuevamente las ganas crecían aún más pero esta vez mi pulso era el mejor, mi efecto resaltaba lo hermoso del color mientras que mi tarjeta guardaba con llave y candado lo que mi ojo había capturado.
martes, 18 de marzo de 2008
Wolsvagen escarabajo.
Llovía y las ganas de querer apretar ese botón para capturar el momento crecía. Las primeras veces, el pulso fallaba y el momento se iba, y cuando volvía nuevamente las ganas crecían aún más pero esta vez mi pulso era el mejor, mi efecto resaltaba lo hermoso del color mientras que mi tarjeta guardaba con llave y candado lo que mi ojo había capturado.
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